Profesión o dinero

Sentada en la sala de espera de un hospital, esperaba los resultados de cáncer de mama de mi abuela. Me distraía observando a un chico demasiado joven, demasiado alegre y muy intelectual para trabajar en un hospital. No llevaba bata ni estetoscopio, no tenía ese aire de dios y grandeza de todos los doctores. Me llamó la atención que pasaba con montones de documentos en una mano y en la otra, un libro de Jorge Luis Borges. La tercera vez que pasó, se sentó a lado mío y preguntó: — ¿Tienes mucho esperando?— Respondí que no. —Es horrible estar en un hospital y más trabajar en él… me llamo Julio— decía mientras se acomodaba el gafete. —Sí, debe ser horrible— afirmé moviendo la cabeza. Lo que me sorprendió aún más fue ver las tres “L” en su gafete y le pregunté ¿Qué hace un licenciado de Letras Latinoamericanas trabajando en un hospital? ...