Revoloteo // Ausencia



Revoloteo

Hay un revoloteo inalcanzable
en el fondo de mi pecho.
Se impulsa y va y viene con misterio.
A veces me recorre todo el cuerpo.
Yo le grito pero no me oye, es un
niño terco; una madre sin consuelo.
Entonces me golpeo el pecho
anunciando mi descontento.
Se calma y por minutos vuelve
a emprender el vuelo.
Inquieta mis pies y mis recuerdos.
Es impulsivo, pero lo aprecio con esmero.
Me hace compañía en los
días de desasosiego
Es mi pequeño, mi compañero,
mi recuerdo de estar viva
y se lo agradezco.

Ausencia

Aquí estoy, a la espera de las
horas amarillas, mirando el
cansancio de las manecillas del reloj.
Observo el titubeo de las horas.
Me quiebro, me levanto, grito,
callo, no me encuentro, me pierdo.
La silueta de un pájaro sin alas
se ha postrado en mi ventana.
Y hay horas en las que quisiera
estrellar el silencio contra las
puertas, pero nadie ve, nadie oye.
Jamás mis palabras han sido luciérnagas
de belleza de oro y mi verso nunca
fue tan sólido como estatua de bronce
y sombra para el sediento.
Entonces encuentro debajo de la cama
una procesión de recuerdos,
van y vienen como hijos del tiempo,
pero nadie ve, nadie oye.
Y aquí estoy, mirando las horas
muertas, pero yo, yo ya espero,
yo ya me he ido a otro tiempo.

Andrea Castillo Pacheco.

Comentarios

Popular Posts

Sueño 75 (Araña)

No he tenido tiempo de extrañarte...

Hija Guerrillera // Trabajo de campo